A continuación les dejamos una carta hermosa de Pablo, el papá de Maxi Filizzola actualmente convocado y pisando muy fuerte en Los Pumas Seven. Un mensaje muy emotivo de su padre y que cuenta la historia de Maxi vistiendo nuestros colores, colores que ama desde muy chiquito y su familia es su pilar fundamental para que el este cumpliendo su sueño…
Ahí va Maxi, otra vez. Lo agarran, lo tiran. Cae. Se levanta y va otra vez. Como siempre. Así desde los 6 años, allá por 2001, cuando ya empezaba su romance con la guinda a los golpes en Marista. Claro que nació con una pelota de rugby bajo el brazo, era inevitable. Sus padres, sus tíos, sus primos y gran parte de su familia disfrutaron el amor por el deporte y él no iba a ser la excepción.
Ahora parece fácil contarlo, con las convocatorias a Los Pumas, las fotos y las entrevistas, pero no fue fácil. Nunca. Detrás de los merecidos logros de Maximiliano Filizzola hay una vida de esfuerzo, entrenamiento y sacrificio. Dejando de lado una infinidad de cosas que hacen los chicos de su edad, para llegar lo más lejos posible.
Desde los 12 años entrena en un gimnasio a diario. Cansado, con golpes y problemas, como todo el mundo. Pero Maxi va.
Los frutos empezaron a ser cosechados con su primer título con Marista, en M-16, junto a los compañeros de camada con los que siempre jugó.Al año siguiente llegó la primera vuelta olímpica en seven y al otro, con 18 años festejó una vez más con los tres colores de la Carrodilla el título de Intermedia, ya midiéndose con “los grandes”.Igual era un pibe, pero nunca se detuvo. Año tras año, siempre buscando nuevas metas. No paró hasta ser campeón con la primera de su club, en 2015, y con solo 19 años. También fue subcampéon el año pasado (marcó 2 tries en la final ante Liceo)
Su historia en los seleccionados fue parecida y la llevó en paralelo con la de su club, cumpliendo con las dos obligaciones por igual.En 2013, con 17 años entró en la órbita de los equipos juveniles de la Unión de Rugby de Cuyo, participando del Campeonato Argentino de la categoría. Al año siguiente, además de sumarse al elenco estable del seleccionado Mayor de Seven de la URC, comenzó a transitar por el Pladar con entrenamientos específicos diseñados por el programa de detección de talentos de la Unión Argentina de Rugby.
En 2015, pasó por el M-21 de Mendoza, pero fue al año siguiente cuando empezó a hacer historia. El 2016 arrancó con el seleccionado Mayor y llegó hasta la final del Campeonato Argentino donde lo tocó ser subcampeón tras un gran torneo.
Pero el título llegó. Una vez más se levantó y fue por él, cuando se convirtió en una pieza clave para consagrarse Campeón Argentino de Seven, el tercero que conseguía un lugar en las vitrinas de Mendoza y el segundo que quedó en familia, ya que sus tíos (Gabriel y Alejandro) habían ganado el primer título en 1988. En la final superó a Buenos Aires 14 a 5, y esa fue la puerta que le abrió el llamado a Los Pumas Seven, donde en enero de 2017 se puso la camiseta argentina por primera vez, para defender los colores en el Seven de Chile, donde se volvió a destacar.
Y ya en agosto de este mismo año, Santiago Gómez Cora, lo volvió a convocar para los triales de Hindú con el seleccionado argentino de juego reducido, con vistas al Circuito Mundial.
Y Maxi sigue para adelante. Siempre lo hará, lo tiene en sus genes. No conoce otra manera de transitar lo que lo apasiona: el rugby.
Carta de Pablo Filizzola, Papá de Maxi